01 julio, 2007

Sin título

Las nubes de la mente eterna y vasta se revuelven. Solo viven en un mar de turbulencias, persisten. Ellas existen, no cambian, es la misma agua que no fue capaz de ser agua. Todo cambia en el mundo de sueños rotos, de alegrias incomprensibles, de futuros inexistentes. Sin embargo, como las nubes, el cambio es lento y doloroso. El cambio llega, el tiempo vuela, los pajaros de ideas fugaces transitan por entre la malla de pasado, presente e imaginación. Anticiparse al futuro es tan peligroso como car en el abismo del pasado y no salir de alli. Sin embargo vivir… vivir es tan importante como ver las nubes de niño e intentar ver con los ojos de miel la figura malormada de un elefante, de una jirafa, de un dinosaurio, de tu madre….

Siempre habra que arriegarse a bajar por el torrente sanguineo hasta el corazon. No vale la pena encontrarse con un sol radiante de información y sabiduría sin tener de recompensa un te quiero, un te odio. Somos entes extraños y piensa en el momento en que le presentes tu cuerpo a un extraterrestre y te pregunte con curiosidad o con sus grafismos en forma de pregunta: Que es eso que llaman ‘Amor’?. Y estar toda una vida en este disurrir… Si no es una dicotomía paradójica y rcurrente entre amor y odio entonces que es!!

Bueno…es cambiar y ver las imagenes o tan solo basta aquella estatuillla que te hace recordar y te hace vivir. Te hace sentir un futuro que realmente es producto del cambio. Es cambiar!! Caminar por una calle desolada y entender que pueden aparecer personas fantasma de la mente que hagan un momento totalmente diferente. Noes igual caminar por encima de la arena a caminar por el asfalto. Entender y comprender. Es cambiar de rol y actuar como eso que queires comprender. Convertirse en aire para comprender, convertirse en miedo para comprender, convertirse en sol para entender que es alegria y comprender.

Una historia agradable inicia como: "Fumaba un cigarrillo sentado en una banca del parque, con su pierna derecha cruzada sobre su eterna acompañante. Solo contemplaba el vuelo de las gaviotas y como se posaban sobre las estatuillas de marmol de eterna vida. Ser el mago más importante y famoso que pudo transportar con tan solo el humo de su cigarro el obelisco del 9 de Julio por aquella extraña figura que rasga el cielo con un dedo de metal…" Eso es el cambio, el pasado, presente y futuro… no es mas y que asi sea…

26 mayo, 2007

Para no olvidar ...

... una parte de mis recuerdos.


Canción de la vida profunda


El hombre es una cosa vana, variable y ondeante…
MONTAIGNE

Hay días en que somos tan móviles, tan móviles,
como las leves briznas al viento y al azar.
Tal vez bajo otro cielo la gloria nos sonría.
La vida es clara, undívaga, y abierta como un mar.

Y hay días en que somos tan fértiles, tan fértiles,
como en abril el campo, que tiembla de pasión:
bajo el influjo próvido de espirituales lluvias,
el alma está brotando florestas de ilusión.

Y hay días en que somos tan sórdidos, tan sórdidos,
como la entraña obscura de obscuro pedernal:
la noche nos sorprende, con sus profusas lámparas,
en rútilas monedas tasando el Bien y el Mal.

Y hay días en que somos tan plácidos, tan plácidos…
-¡niñez en el crepúsculo! ¡Lagunas de zafir!-
que un verso, un trino, un monte, un pájaro que cruza,
y hasta las propias penas nos hacen sonreír.

Y hay días en que somos tan lúbricos, tan lúbricos,
que nos depara en vano su carne la mujer:
tras de ceñir un talle y acariciar un seno,
la redondez de un fruto nos vuelve a estremecer.

Y hay días en que somos tan lúgubres, tan lúgubres,
como en las noches lúgubres el llanto del pinar.
El alma gime entonces bajo el dolor del mundo,
y acaso ni Dios mismo nos puede consolar.

Mas hay también ¡Oh Tierra! un día… un día… un día…
en que levamos anclas para jamás volver…
Un día en que discurren vientos ineluctables
¡un día en que ya nada nos puede retener!


–Porfirio Barba Jacob–